El elemento más llamativo del shibari es, sin duda alguna, la cuerda. Su aspecto, la forma de utilizarla y los patrones que forma sobre el cuerpo.
Pero no es ni mucho menos el elemento más importante del shibari. Técnicamente, podríamos hablar de shibari sin necesidad de usar cuerdas, ya que, si hablamos de shibari erótico, se trata de efectuar una restricción anatómica.
Una vez conseguida dicha restricción, no está de más contar con algún material con el que fijarla. Aquí es donde entra la cuerda.
la función de la cuerda en el shibari es retener, o fijar, las restricciones Compartir en Twitter
Francamente, para tal fin se puede emplear cualquier material blando. Esto es crucial, que sea blando, que se doble y flexione, para así permitir que las técnicas empleadas en el shibari mantengan su eficacia.
Utilizar, por ejemplo, unos grilletes metálicos no permitiría aplicar de modo eficiente técnicas de gestión y restricción propias del shibari, cambiando substancialmente el tono, devenir y efecto de la sesión.
En otro post hablaré sobre los materiales de las cuerdas y sus cuidados.
La cuerda en el shibari, sea cual sea su naturaleza, sí que es el elemento que más frustraciones suele acarrear.
Puede llegar a arruinar muchos momentos si nos obcecamos en construir figuras sin entender, primero, cómo se maneja la cuerda, ni cuál es el proceso de construcción de la restricción.
Esto sucede por tratarse de habilidades que lleva un tiempo asimilar, y lanzarnos a ellas sin estar debidamente preparados es un riesgo, y garantía de fracaso.
En las clases y talleres que imparto podrás aprender las bases para crear y gestionar cuerdas y restricciones de forma segura. Para que así, desde el primer momento, puedas emplear en tus interacciones eróticas los conocimientos y habilidades explicados en clase.