¿Hasta cuándo es para siempre?
Le preguntaba Alicia al Conejo.
¿Cuánto es apretado?, ¿Cuál es la tensión correcta en la cuerda?
Esas preguntas limitan la comprensión de la técnica. El shibari no se ciñe a la metodología aristotélica.
Para una mejor comprensión debemos ver el shibari como un todo, donde intención, conocimiento, técnica, cuerpo y cuerda forman una unidad que cambia a cada instante.